El Candidato Ideal

Gone in 30 seconds o un CV resumido por favooooooor!
10 febrero, 2020

El Candidato Ideal

Photo 151480284 © Andrii Yalanskyi | Dreamstime.com

Seamos claros desde el inicio, que ya mi bisabuela decía: “Al mal paso, darle prisa”, en el sentido de ser directo y no andarse con rodeos, a pesar de lo oscuro de la noticia. Así que ahí voy: El candidato ideal…No existe.

Duro, durísimo de asumir (sobre todo para las empresas) y aquellos candidatos que se encuentran a la espera de un perfil de éxito, donde siguiendo el check list, voy a conseguir convertirme en el candidato ideal para ser contratado.

La buena noticia es que la afirmación de que “No existe el candidato ideal”, termina siendo tremendamente esperanzadora e incluyente para todos los candidatos por igual. Voy a explicar por qué.

No hay un candidato ideal, porque no hay dos empresas iguales, no hay dos empresas que busquen exactamente lo mismo, aunque coincidan en el giro de negocio, tamaño y aún si hablásemos del mismo cargo. Y así es como debe ser. ¿Por qué? Porque su cultura, la personalidad del jefe, la razón de ser del cargo, qué es lo que tiene que conseguir, el momento del ciclo vital en el que se encuentra y varios factores adicionales, son determinantes al momento de definir el perfil a contratar.

No hay un candidato ideal, porque desde los perfiles tan estructurados que nos pueden entregar, hasta los más escuetos, estamos hablando siempre de seres humanos, con fortalezas, áreas de oportunidad, conocimientos, curiosidades, pasiones, talentos y valores en una combinación única e irrepetible en todo el universo. Pretender encuadrar eso en un descriptivo inamovible, es un reduccionismo, donde pierden todos los involucrados.

Lo que sí estoy convencida que podemos y debemos encontrar, por el lado de las empresas, es: El candidato adecuado, para el cargo adecuado. Una y otra vez, proceso a proceso. El candidato adecuado, para el cargo adecuado.

¿Qué desafío representa esta premisa para los candidatos? Si bien es cierto, ya dijimos que no existe un perfil único o una fórmula secreta, hablemos de algunas cosas que puedes hacer para fortalecer tu candidatura.

  1. Tu producto: vamos por el inicio, que el primer paso del saber es saberse. Iniciamos el camino a través de una autoevaluación, y es que si nosotros mismos no estamos conscientes de nuestras fortalezas, motivaciones, carácter, conocimientos, de todo el potencial que somos y lo que hemos logrado, ¿Cómo podemos pretender que alguien más lo sepa, si nosotros mismos no lo sabemos o no logramos comunicarlo? Lo primero entonces es inventariarnos honesta y profundamente, sin falsas modestias, pero sin sobrevalorarnos, el equilibrio es clave.
  2. Tu Cliente: Investiga, investiga y cuando creas que lo sabes todo, investiga más aún. Como dijimos antes, no hay dos empresas iguales, ni dos perfiles exactos. Entonces se impone la labor de investigar. ¿Qué es lo que la empresa está buscando? y ¿Cómo me convierto en el candidato adecuado para ese puesto, en esa empresa? Parecería de sentido común, pero como a veces resulta que es el menos común de los sentidos, lo primero es determinar, ¿En qué consiste ese cargo?, ¿Cuál es el negocio de la empresa?, ¿Cuáles son los desafíos que se le presentan?, ¿Qué problema tiene? ¿Qué tiene que conseguir?, es decir: ¿Cuál es el producto que necesitan?
  3. Cierra la brecha: Una vez que ya tengo claro lo que mi “Cliente potencial” necesita, debo ser capaz de demostrar que “Yo mismo soy”, que tu entrevistador piense algo así como: “Dónde has estado toda mi vida”. ¿Cómo? Demostrando de manera consistente que cubres todos los requisitos de ese perfil y cómo es que resuelves el problema que ahora tienen. La clave de este momento: Comunica, Comunica, Comunica. Pero… comunica claro y conciso, tanto si tienes 10 minutos (eso es un elevator pitch) o 50, debes comunicar lo que a tu cliente o potencial empleador necesita saber. En esos minutos, lo que está esperando es dilucidar si eres o no la persona para cubrir el perfil. Demuestra que entre tú y el perfil, la brecha está cerrada.
  4. Deja huella: Imprime tu marca personal. Ya tienes una, la pregunta es: ¿Está desarrollada de manera congruente y refleja al profesional que eres? Luego, en tus entrevistas y contactos, imprégnalo todo con ella, este es el momento para el despliegue de tu pasión, de tu verdadero yo, de tus valores, de tu causa. ¿Qué te hace diferente?, ¿Por qué tienen que contratarte?, ¿De qué manera será diferente si te contratan? Ante un grupo de candidatos, con iguales cualificaciones técnicas, conocimientos, experiencia, este va a ser tu factor diferenciador.

Espero que estas ideas te sean de utilidad. Ahora es tu turno: ¿Tienes más ideas?, ¿Qué dudas tienes?, ¿Qué te ha dado más resultado cuando has participado en un proceso de selección?, ¿Qué no ha ye resultado? Este espacio es tuyo también, nos encanta compartir y lo hacemos por principio, todo suma! Déjanos tu comentario y también cuéntanos, sobre qué cosas te gustaría que escribiéramos.

Con afecto,

Lorena A.

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